Escritor: Nathaniel Kamban and Ray Norman
Publicado: 20/10/2012


Introducción

El desarrollo inclusivo se ha transformado en una prioridad creciente para las organizaciones de desarrollo. Este foco en el desarrollo inclusivo ha llevado a las organizaciones a ocuparse de las necesidades particulares de las personas con discapacidades en sectores específicos del desarrollo. Un área de creciente atención se encuentra en la inclusividad de los programas de agua, saneamiento e higiene (WASH por sus siglas en inglés). Desde 2007, Visión Mundial y la Fundación Conrad N. Hilton se han asociado con Collaboratory, un centro de investigación aplicada y de aprendizaje basado en proyectos en la universidad Messiah College, para financiar el Estudio WASH y Discapacidades África (AWDS). Este estudio pretende mejorar el acceso y el uso a las instalaciones WASH por las personas con discapacidades en las comunidades focalizadas por Visión Mundial y West Africa Water Initiative (WAWI) (Iniciativa de Agua para África Occidental) en los países de Mali, Níger y Ghana. Una de las principales formas con las cuales la iniciativa AWDS apunta a ocuparse de las necesidades de personas con discapacidades es a través del desarrollo de tecnologías de asistencia sencillas y de bajo costo para WASH.

Como parte del estudio AWDS, se diseñarán tecnologías de asistencia en cada uno de los tres países meta. El proceso ya se encuentra en marcha en Mali. Las tecnologías que se han diseñado hasta el momento están basadas en las necesidades y preferencias de personas con discapacidades en comunidades meta de Visión Mundial en Mali, donde se hizo una encuesta y grupos focales para identificar las prioridades de dichas personas con respecto a WASH. La retroalimentación de las encuestas y de los grupos focales reveló que las personas con discapacidades enfrentaban limitaciones significativas en las siguientes tres áreas:

  • Acceso y uso de bombas de agua
  • Transporte y uso doméstico de agua
  • Acceso y uso de letrinas

Dos de los grupos de tecnología diseñados por personas con discapacidades para facilitar el acceso y el uso de las letrinas se presentan en esta publicación: sillas para letrina y un sistema localizador del agujero de la letrina para personas con deficiencias visuales. Estas tecnologías fueron desarrolladas y fabricadas en un contexto del mundo en desarrollo utilizando sólo materiales y técnicas de construcción disponibles localmente. Se espera que estas tecnologías puedan ser útiles para otras personas que trabajan con personas con discapacidades en el mundo en desarrollo.

Limitaciones sanitarias y en letrinas

Los resultados de la encuesta y los grupos focales trajeron a luz las numerosas dificultades enfrentadas por las personas con discapacidades en relación con el saneamiento y el uso de letrinas. En las comunidades focalizadas en Mali, más del 60 por ciento de los hogares rurales reportó que no tiene letrina. Muchas personas que carecen de letrina orinan en el drenaje del área de “baño” del hogar, y la mayoría de las personas salen fuera de su vivienda para defecar (usualmente al “monte” o campos de cultivo adyacentes). La falta de letrinas en la mayoría de los hogares provoca desafíos únicos para las personas con discapacidades. Aquéllos que tienen limitaciones de movilidad a menudo se enfrentan con la necesidad de atravesar regularmente grandes distancias. Muchas personas con discapacidades deciden esperar hasta que cae la noche para hacer sus necesidades ya que no necesitan movilizarse tan lejos para encontrar un lugar donde ocultarse. Sin embargo, esta práctica conlleva el riesgo de encontrarse serpientes venenosas o escorpiones, o encontrar otros tipos de daño corporal.

El treinta y cinco por ciento de los encuestados informó sobre la presencia de una letrina tradicional, con alrededor del cinco por ciento teniendo alguna forma de letrina mejorada. Entre las personas con discapacidades que tienen acceso a una letrina, el 85 por ciento indicó que tiene que tocar el piso de la letrina mientras acceden a la misma para estabilizarse. Sólo el 14 por ciento de los encuestados indicó utilizar un dispositivo de asistencia para ayudarles a usar la letrina.

Quizás los temas más desafiantes relacionados con el uso de la letrina son ponerse en cuclillas y limpiarse. Las personas con limitaciones en la parte inferior del cuerpo a menudo tienen dificultades en una o más de las siguientes acciones: a) agacharse ellos mismos hasta ponerse en cuclillas; b) mantener la posición en cuclillas sin el apoyo de sus manos; c) limpiarse ellos mismos después de defecar; y d) levantarse hasta una posición erguida al finalizar.

Sillas de letrina

A fin de minimizar los numerosos retos señalados con respecto al uso de la letrina, se desarrollaron y probaron tecnologías diseñadas para proporcionar un asiento adecuado y ayudar con la limpieza personal. Las principales tecnologías desarrolladas fueron asientos de barro para letrinas y sillas para letrina metálicas y de madera.

Asientos de barro o arcilla para letrinas

Los asientos de barro o arcilla para letrinas pueden proporcionar una solución de bajo costo para las personas con discapacidades que carecen de suficiente fuerza en la parte baja del cuerpo para ponerse en cuclillas (ver Figura 1). Muchas aldeas y poblados de tamaño moderado en la región meta cuentan con habilidosos artesanos del barro o arcilla tradicionales que producen contenedores de barro para el transporte y almacenamiento de agua. Representantes del estudio AWDS trabajaron con un artesano local para desarrollar y probar varios prototipos a fin de utilizarlos tanto con letrinas tradicionales como con el sistema Sanplat (plataforma sanitaria). Estos asientos pueden producirse por un precio razonable de aproximadamente 400-1,500 cfa (Francos de África Occidental) (.80₵ - $3.00 USD) cada uno.

Figure 1. Clay terra cotta latrine seat in use on a sanplat latrine
Figura 1. Asiento de letrina elaborado con barro en uso en una letrina Sanplat.

El proceso de desarrollo de la tecnología reveló que las personas con discapacidades tenían distintas preferencias por la altura del asiento basadas en su(s) discapacidad(es) individuales y el tamaño y tipo de agujero de letrina. Sin embargo, pruebas sobre sentado revelaron que la altura estándar para ellos debe permanecer dentro del rango de 15-20 cm. Los asientos circulares para las letrinas tradicionales deben tener un diámetro de unos 25 cm, pero esto puede variar en dependencia del tamaño y la forma de la letrina tradicional. Los asientos de barro para el Sanplat deben fabricarse simplemente siguiendo las dimensiones de la abertura de la letrina. El borde superior debe tener también orillas anchas y bien redondeadas para brindar mayor comodidad al usuario.

Hubo una respuesta bastante favorable de las personas con discapacidades asignadas a estos asientos para una prueba a lo largo de un período de seis meses. Además de no tener que sentarse directamente sobre el agujero de la letrina, el bajo costo y la facilidad de la fabricación local fueron particularmente atractivos. Los asientos son resistentes a las condiciones climáticas y pueden dejarse en las letrinas todo en el año.

A pesar de los beneficios de los asientos de barro, la prueba de campo reveló varios retos menores. Los asientos son pesados y deben colocarse y retirarse con cada uso para que los otros miembros de la familia puedan usar la letrina. En algunos casos, otro miembro de la familia ayudaba a colocar y a retirar el asiento de barro. Además, si bien la limpieza personal se facilita un poco y es más higiénico que cuando se está sentado directamente sobre el agujero, algunas personas todavía tenían inconvenientes con esto ya que continúa siendo difícil alcanzar las posaderas de uno con un puñado de agua. Los asientos pueden ser quebradizos y deben manejarse con algún cuidado para evitar que se rompan si se caen. En términos de comodidad, algunas personas citaron cierta incomodidad debido a la naturaleza dura de la arcilla o barro cocido.

Sillas metálicos para letrinas

Con el objeto de proporcionar un dispositivo de asistencia que fuera tanto más portátil como más facilitador del lavado, representantes del estudio AWDS trabajaron con trabajadores del metal y voluntarios locales para diseñar y probar las sillas metálicas para letrinas (ver Figura 2). Se diseñaron varios prototipos que fueron probados a través de un período de 18 meses con voluntarios hombres y mujeres.

La prueba de campo de las sillas metálicas para letrinas reveló numerosas especificaciones técnicas que aumentan la funcionalidad y comodidad generales de la silla asiento. Por ejemplo, la altura óptima de la silla para letrina debería ser normalmente unos 20 cm. Esta altura se basa en las preferencias del usuario y la necesidad de mantener el asiento de la silla relativamente cerca de la abertura de la letrina para evitar la posibilidad de ensuciar la superficie de la letrina. Si existe un objeto sobre el cual debe calzar el asiento, o si la persona necesita una posición más alta debido a una limitación física, entonces el asiento puede colocarse a mayor altura. Además, las especificaciones del asiento de la letrina pueden variar según las preferencias del usuario. Sin embargo, la prueba de campo reveló que el ancho apropiado del asiento debe fluctuar entre 15-25 cm, con la mayoría de las personas usualmente prefiriendo un ancho de 20-25 cm. La longitud de la parte del asiento de la silla debe ser de unos 30 cm.

También debe señalarse que los diseños de la silla metálica son abiertos en un extremo. Esta abertura es necesaria para facilitar el acceso de las manos para limpiarse y enjuagarse después de defecar. La abertura del asiento no necesita ser más grande que el ancho máximo del asiento. Los primeros prototipos de la silla se construyeron con un asiento circular (o cerrado) y no incluyeron estas aberturas. La retroalimentación de los usuarios rápidamente indicó que este diseño impedía el acceso efectivo de las manos y la limpieza, y los diseños posteriores por consiguiente fueron adaptados en correspondencia.

 

Figure 2. Prototype of the metal latrine chair
Figura 2. Prototipo de silla metálica para letrina

 

Las pruebas de campo también revelaron que el ancho total de la silla normalmente no debería exceder los 50 cm, ya que un ancho mayor puede dificultar el acceso al pasar por las entradas de muchas letrinas. La profundidad de la mayoría de las sillas (i.e., la distancia desde el frente hasta la parte trasera de la silla) tendrá que ser un poco más que la longitud de la parte del asiento de la silla. Las profundidades típicas podrían variar de 35-45 cm. Al limitar el ancho de la silla, las personas con discapacidades pueden transportar con mayor facilidad la silla entre su hogar y la letrina. Además de las dimensiones de la silla, debe también tomarse en cuenta la estabilidad. Soportes horizontales a baja altura entre las patas de la silla pueden servir para fortalecer la estabilidad del asiento e impedir que las patas de la silla se hundan en la superficie del suelo.

Las agarraderas en cada lado del asiento de la letrina son utilizadas principalmente para colocar el asiento en forma adecuada y para bajarse y levantarse del asiento. La altura de las agarraderas laterales por lo tanto dependerá de la fuerza y preferencias del usuario. Para la mayoría de usuarios, las agarraderas deben extenderse aproximadamente el doble de la altura del asiento (usualmente 40-45 cm). Sin embargo, algunas personas con discapacidades y personas mayores pueden beneficiarse de agarraderas laterales más altas que les permitan utilizar la silla como andador. Al utilizarse de esta manera, la persona puede dejar su dispositivo de ayuda (triciclo, muletas, etc.) fuera de la letrina y entrar sin ensuciarse en el piso de la letrina o área de baño. Las agarraderas de silla que se utilicen para ayudar a caminar deben medir unos 65-70 cm de altura.

Las sillas metálicas pueden ser fabricadas por trabajadores del metal locales, y son cómodas, portátiles, fuertes y se degradan poco al exponerse al agua y al sol. Sin embargo, su desventaja principal es su costo, que en general fluctúa entre 8,000-10,000 cfa (US$16.00-US$18.00), en dependencia del tipo de diseño y la cantidad de metal y soldadura requeridos. Sin ninguna forma de asistencia, este costo es prohibitivo para la mayoría de las personas con discapacidades en las comunidades rurales de Mali.

Sillas de madera para letrinas

El estudio AWDS también examinó opciones de asientos de madera de bajo costo para letrinas. A lo largo de un período de dos años se desarrollaron, probaron y mejoraron varios modelos. Las mismas directrices mencionadas para las sillas metálicas en general también aplican al desarrollo de la versión en madera. Sin embargo, estas sillas pueden ser elaboradas por artesanos locales a un precio mucho menor de aproximadamente 1,000-2,500 cfa (US$2.00-US$5.00). Se diseñó un modelo estándar (ver Figura 3) que puede ser utilizado por la mayoría de personas con discapacidades con limitaciones en la parte inferior del cuerpo. Pruebas de campo revelaron que las dimensiones ideales de la silla son las siguientes: ancho aproximadamente 51 cm, largo aproximadamente 42 cm y altura aproximadamente 40 cm. Remítase a la Figura 4 para ver las dimensiones que se recomiendan para el asiento de madera de la silla para letrinas.

Figure 3. The standard-sized wooden latrine seat developed by the AWDS.
Figura 3. Asiento de madera para letrina de tamaño estándar diseñado por el estudio AWDS.

La incomodidad provocada por el delgado alambre metálico utilizado para ensamblar la silla puede superarse con facilidad si primero se cortan las ranuras en la madera antes de hacer la unión. Cuando el asiento es unido al marco de la silla, la unión de alambres puede entonces incrustarse en las ranuras pre-cortadas para proporcionar una superficie más lisa al asiento. Los extremos cortados de las secciones de madera que entrarán en contacto con la persona cuando esté sentada también deben redondearse para crear orillas más parejas y más cómodas.

Además de ser de bajo costo, el modelo de madera es liviano, fácilmente transportable y resistente a la intemperie. Las sillas de madera debería durar varios años sin tener que ser reemplazadas. Sin embargo, el uso repetido y la exposición de largo plazo a la lluvia y el sol pueden reducir la fuerza de la unión de los alambres con el paso del tiempo. Será necesario tensar o reemplazar el ensamblaje con los alambres cada dos o tres años si la silla por lo general se almacena afuera en el área abierta de la letrina.

Figure 4. Recommended dimensions for the chair seat. A = 18 cm, B = 30 cm, C = 25 cm.
Figura 4. Dimensiones recomendadas para el asiento de la silla. A = 18 cm, B = 30 cm, C = 25 cm.

 

Retos especiales para personas con deficiencias visuales

Para personas con deficiencias visuales, cruzar el patio y la estructura de la letrina puede ser difícil, al igual que lo es para personas con otras formas de discapacidad. Sin embargo, un verdadero reto para las personas con deficiencias visuales es localizar el agujero de la letrina y colocarse de forma precisa en cuclillas sobre el agujero. Tanto en Malí como en Níger, se señaló que la mayoría de las personas con deficiencias visuales simplemente utilizan sus manos sin protección para localizar el agujero.

Sistema de localización del agujero de la letrina

Se probó en Malí un método sencillo, de bajo costo para ayudar a las personas con deficiencias visuales. Esto incluye el uso de una cuerda cargada con piedras (ver Figura 5). Se suspende una cuerda a través de las paredes adyacentes al Sanplat utilizando piedras unidas a ambos extremos. Se une una segunda cuerda al centro de la cuerda cruzada, directamente sobre el agujero de la letrina. A esta cuerda vertical también se le agrega un peso en su extremo bajo con otra piedra y se baja al agujero de la letrina a unos 40-50 cm debajo del Sanplat. Esta cuerda vertical se fija en forma permanente en esta posición y no debe retirarse (ya que el extreme inferior se ensuciará) excepto para repararla.

La persona con deficiencias visuales pueden localizar esta cuerda y la ubicación general del agujero de la letrina con la mano estirada. Al agacharse a una posición en cuclillas, la persona puede mantener una mano en la cuerda para colocar el cuerpo con precisión sobre el agujero. A medida que se pone en cuclillas, la cuerda bajo tensión cederá hacia un lado mientras la persona está en cuclillas. Este sistema fue probado durante 12 meses y se encontró que fue dominado fácilmente por adultos con deficiencias visuales. Una preocupación era que otros miembros de la familia quitaran la cuerda o que niños curiosos del hogar jugaran con ella o alteraran el sistema de la cuerda cargada. Sin embargo, después de un año de prueba en un hogar que incluía a un padre con deficiencias visuales con una cónyuge y varios niños pequeños (a quienes se les había explicado el propósito de la cuerda), no se informó de un solo caso de alteración de la cuerda. Con el fin de reducir la frecuencia de reparación, el material de la cuerda idealmente debería ser resistente al deterioro producto del mojado y de los rayos ultravioleta del sol. Para la prueba se utilizó una cuerda de bajo costo resistente a los rayos UV.

Figure 5. The latrine hole locating system developed by the AWDS.
Figura 5. Sistema de localización de hoyo de letrina diseñado por el estudio AWDS.

Conclusión

En el África Occidental rural, existen retos significativos que impiden el acceso y el uso de las instalaciones WASH a las personas con discapacidades. Con el objeto de ocuparse de estos retos, el estudio AWDS diseñó y probó tecnologías de asistencia de bajo costo en comunidades meta en Malí. Dicho estudio dedicó varios años a trabajar con personas con discapacidades para diseñar y probar prototipos de tecnología de asistencia. Los dos tipos de tecnología presentados en este documento representan las guías técnicas ideales expresadas claramente por personas con discapacidades en las comunidades meta. Se espera que las especificaciones presentadas en este documento sean utilizadas para ayudar a otros que trabajan con personas con discapacidades en el mundo en desarrollo.

Cite as:

Kamban, N. and R. Norman 2012. Desarrollo de tecnologías de asistencia de bajo costo para personas con discapacidades. Notas de Desarrollo ECHO (EDN) no. 117