CALABAZA HIEDRA (TINDOLA, KOWAI)
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Descripción
La calabaza hiedra es una planta trepadora perenne con flores blancas en forma de estrella y una fruta parecida al pepino que es de color verde cuando está inmadura y de color rojo brillante cuando está madura. Está naturalizada o es nativa del Sudeste de Asia y África Oriental, pero figura como maleza invasora en Saipan, Guam, Fiji, Hawái, las Islas Salomón, la Isla Tongatapu y Australia Occidental.
Usos
Los brotes jóvenes y las hojas se comen cocidos. La fruta verde se come cocida y la fruta madura, cocida o cruda. Se sabe que la fruta madura también se confita. La calabaza hiedra es rica en betacaroteno. Algunos cultivares que tienen frutas amargas se usan solo por sus hojas y brotes.
Usos del cultivo (medicinales): las hojas y raíces de la calabaza hiedra se usan en la medicina tradicional de la India para tratar la diabetes y los problemas estomacales o intestinales. Los ensayos han confirmado que tiene potencial para reducir el azúcar en la sangre.
Usos del cultivo (otros): cabras, ovejas, vacas, burros y camellos comen calabaza hiedra.
Cultivo
La calabaza hiedra se siembra con mayor frecuencia mediante esquejes intercalados con maíz u otros cultivos de corta duración durante sus primeras etapas. Los tallos largos se entrenan a lo largo de alambres unidos a postes. El desmalezado se hace con machete o a mano, ya que el azadón puede dañar las raíces. Algunos productores riegan durante la estación seca para extender la producción, mientras que otros prefieren dar a las plantas un período de descanso antes de que lleguen las nuevas lluvias. Las hojas se secarán durante la estación seca y se quitan golpeando la planta a fin de dejar espacio para nuevos brotes. Se necesita una poda regular para estimular nuevo crecimiento porque las ramas más viejas se secan y ya no producirán hojas ni flores.
En países donde se ha introducido, la calabaza hiedra puede convertirse en una maleza vigorosa. Crece rápido, cubriendo el suelo y sofocando los arbustos. Es difícil controlarla porque puede volver a crecer a partir de raíces quebradas cuando la planta se arranca. A pesar de esto, el cultivo ya es bastante común en el sudeste asiático. Se cultiva en ambientes semiáridos, subtropicales y tropicales. La planta puede soportar estaciones secas más prolongadas debido a la energía almacenada en sus raíces tuberosas.
Crece en una variedad de tipos de suelo, con mayor frecuencia en suelos arenosos.
Temporadas de producción: las plantas de calabaza hiedra florecen y fructifican en abundancia. Siempre y cuando haya suficiente humedad en el suelo, la planta seguirá produciendo.
Duración del período de producción y cosecha: el período desde la siembra hasta la primera cosecha dura hasta 5 meses. La mejor producción es en brotes jóvenes, por lo que se recomienda la poda.
Polinización: la calabaza hiedra es una planta dioica, lo que significa que tiene flores masculinas en una planta y femeninas en otra. Por lo tanto, se necesitan varias plantas para la fructificación. Polinizada por insectos.
Distancia entre plantas: la distancia o espaciamiento es amplio, de 1 a 1.5 m (3 a 5 pies). Las plantas pueden llegar a los 20 años o más y los tallos principales pueden llegar a medir 30 m (100 pies) de largo. En el cultivo, las plantas se podan y controlan, pero el espaciamiento debe elegirse en función de las
intenciones de manejo.
La cosecha y producción de semillas
Conservación de la semilla: cuando las frutas estén completamente maduras, divídalas a lo largo, saque las semillas y colóquelas en un recipiente y cúbralas con agua para que fermenten durante 3 días. La buena semilla debe asentarse en el fondo del recipiente. Enjuague y luego seque las semillas en un tamiz (colador) o
papel absorbente, ya sea en el interior o al aire libre. Guarde las semillas secas y viables dentro de un recipiente hermético en un lugar fresco hasta por cinco años.
Plagas y Enfermedades
Plagas conocidas: la calabaza hiedra alberga una variedad de enfermedades, incluido el mildiu polvoso (Sphaerotheca fuliginea, Erysiphe eichoracearum). Otras enfermedades incluyen la pudrición negra (Curvularia pallescens) y la pudrición del tallo (Rhizoctonia solani). Las enfermedades virales, como el virus del mosaico de la sandía, pueden afectar a la planta. Los insectos chupadores de las cucurbitáceas pueden deformar las frutas y causar la muerte regresiva de los brotes. Áfidos, moscas de la fruta y orugas suelen alimentarse de la planta.
Referencias
Grubben, G. J. H. 2004. Vegetabes. Wageningen, Netherlands: Backhuys.
Siemonsma, J. & K. Piluek. (editores). 1994. Plant Resources of South-east Asia No. 8. Vegetables. Fundación Prosea, Bogor, Indonesia.