Escritor: Robert Walle
Publicado: 5/2/2025


EDN168 Figure 13

Figura 13. Salida de aguas grises. Quetzaltenango, Guatemala. Fuente: Robert Walle

Utilizar el agua proveniente de duchas, lavamanos y del lavado de ropa, conocida como “aguas grises”, para regar las plantas es una práctica común tanto para alimentos como para  cultivos ornamentales. El uso de las aguas grises ayuda a ahorrar agua potable para otros usos o proporciona agua para las plantas en tiempos de escasez de agua. Si es posible, diluya y filtre las aguas grises, haciéndolas pasar a través de arena, grava o malla para eliminar las partículas sólidas. Véase Yarger y Berkelaar (2005) para obtener más ideas de diseño como trampas de aceite/grasa y filtros biológicos. Antes de su uso en sistemas de riego por goteo, asegúrese de que haya un buen filtrado y examine el agua en la tubería para detectar precipitados. Las aguas grises pueden contener patógenos y, por lo tanto, son más adecuadas para cultivos como forrajes y plantas ornamentales que no serán consumidos por los seres humanos, o para cultivos alimentarios con cáscaras que se pelan (p. ej., bananos). Las aguas grises se descargan a menudo para que corran paralelamente a los campos o a través de ellos (Figura 13). Evite la aplicación de demasiadas aguas grises que puedan causar charcos en la superficie.

Las aguas grises pueden contener nitrógeno (N)  y fósforo (P) que favorecen el crecimiento de las plantas. Los carbonatos de sodio y los sulfatos han sustituido a los fosfatos en los detergentes debido a consideraciones medioambientales.3

3La principal preocupación ambiental con los fosfatos es la eutrofización. El fósforo es el nutriente limitante para las algas y cuando se suministra provoca su proliferación, lo que resulta en la eutrofización (reducción del oxígeno) de los cuerpos de agua (Singh, 2018).

Las aguas grises suelen ser alcalinas y pueden afectar el pH y la disponibilidad de ciertos nutrientes en el suelo. Los nutrientes afectados por el pH alcalino son el hierro (Fe), el manganeso (Mn) y el zinc (Zn) y el potasio (P). Podrían verse síntomas de deficiencia (similares a los síntomas de toxicidad) como el amarillamiento de las hojas (comenzando entre las venas, con las venas que permanecen verdes), oscurecimiento y muerte de las puntas y los orillas de las hojas, y la ralentización del crecimiento.

Los tipos de sales que se encuentran en las aguas grises dependen de la composición de las sustancias utilizadas en las fuentes y de las propiedades del agua misma. Las aguas grises probablemente contendrán sodio (Na) y magnesio (Mg). El sodio está presente con frecuencia en detergentes y jabones como NaCl y NaSO4. Puede acumularse en los suelos, lo que produce un efecto negativo sobre el crecimiento de las plantas. La acumulación de sodio puede dispersar partículas de arcilla, lo que lleva a una estructura del suelo más pobre, la disminución de la infiltración de agua y el posible anegamiento.

Al descargar aguas grises, revise las plantas a fin de  detectar síntomas generales de toxicidad del sodio. Entre ellos se incluyen el marchitamiento y la quemadura (oscurecimiento) de las puntas y las orillas de las hojas, el crecimiento atrofiado, el amarillamiento de las hojas (clorosis), la reducción de la producción y la floración, y un ligero sabor a sal. Trate las aguas grises pasando el flujo a través de materia orgánica donde las sales pueden comenzar a precipitarse y trate de variar los sitios de descarga o eliminación para evitar la acumulación.

Referencias

Singh, D. 2018. Eutrophication in Water by Detergents [Eutrofización del agua por los detergentes]. International Journal of Advanced Research in Arts, Science, Engineering & Management (IJARASEM), Vol.5(1). ISSN 2395-7852

Yarger, L. y D. Berkelaar. 2005.  [Aguas grises y riego agrícola]. ECHO Notas de Desarrollo no. 88. 


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