CALABAZA DE PEREGRINO (BANGAÑO, BULE, CALABAZA VINATERA, CAPALLU, MATE)

Descripción

La calabaza de peregrino (también conocida como calabaza Bushel) probablemente fue originaria de África, pero debido a su capacidad para flotar en agua salada sin perder viabilidad, ahora se encuentra en la mayoría de los países. Estudios arqueológicos en Perú han encontrado restos de esta calabaza del año 10,000 a.C.

Usos

La calabaza de peregrino generalmente se cultiva para usos no alimentarios. Se deja que la calabaza alcance su tamaño completo en la planta y se convierte en un recipiente valioso para granos o líquidos. Las frutas maduras contienen una cáscara extremadamente dura e impermeable cuando se secan. La calabaza en crecimiento se puede contraer con bandas para formar cualquier forma deseada. Los diseños rayados en la superficie cuando la cáscara aún está blanda, cicatrizarán y permanecerán en la fruta madura. Seca y encerada, la calabaza de peregrino es resistente al agua y valiosa para instrumentos musicales, jarras de agua, equipos de cocina, macetas, máscaras o flotadores para redes de pesca. Debido a su sabor suave, como la calabaza de verano, es muy versátil en la dieta de los humanos y las plantas con calabazas tiernas pueden incluso ser alimento para animales.

Cultivo

• Elevación: 0-2,500 m (8000 pies) • Precipitación: 600-1,500 mm (24-60 in), adaptada a condiciones semiáridas
• Temperatura: 10-35 C (50 -95 F)
• Suelo: suelos fértiles bien aireados con pH 6–7.

Esta calabaza es una enredadera anual vigorosa que prefiere los días calientes y las noches cálidas. (18-30º C o 55-80º F) Lagenaria se poliniza fácilmente, de ahí la multitud de variaciones. El cultivo se beneficia de una área grande para cultivarla, 3 m (9 pies) entre plantas, pleno sol y mantillo/mulch para evitar que la fruta se pudra. La calabaza de peregrino tiene una buena capacidad para suprimir malezas. Tiene un sistema radicular extenso pero somero y la labranza del suelo debe minimizarse durante la etapa de fructificación. Se recomienda desyerbar manualmente alrededor de la base de la planta.

Para un crecimiento continuo, se necesita riego en la estación seca. En algunas comunidades la gente utiliza una vasija de barro vieja medio enterrada junto a la base de la planta para el riego. El recipiente se llena con agua y se cubre con media calabaza de peregrino que sirve como tapa. El agua rezuma gradualmente hacia las raíces. Se añade agua una o dos veces por semana. La calabaza de peregrino responde bien al fertilizante. Cuando está disponible, se aplica abundante estiércol en la siembra.

La cosecha y producción de semillas

Las plantas pueden comenzar a florecer tan pronto como dos meses después de la siembra. Las calabazas pueden dejarse en las guías hasta que las plantas se sequen, el tallo se vuelva marrón o las semillas suenen por dentro. En esta etapa, las calabazas se han vuelto lo suficientemente duras como para poder abrirlas, sacar las semillas y usarlas como recipientes. Las semillas de calabazas maduras estarán secas y pueden almacenarse hasta cinco años en una bolsa de papel o dejarlas en la calabaza misma. En esta etapa, las semillas no se pueden comer, ya que pueden ser amargas e incluso venenosas.

Plagas y Enfermedades

Las enfermedades y plagas son relativamente pocas. Sin embargo, para evitar que los insectos pongan huevos en la cáscara, se pueden colocar mosquiteros sobre las enredaderas. Dado que las flores necesitan insectos para la polinización, no cubra las plantas hasta que las flores hayan caído. Las principales enfermedades de la calabaza de peregrino son la antracnosis durante los meses húmedos y el mildiú polvoso durante la estación seca.

Cocina y Nutrición

Las calabazas inmaduras, los brotes tiernos y las hojas pueden comerse como verdura hervida o al vapor. Las frutas jóvenes se utilizan como una verdura cocida similar al calabacín. La pulpa es blanca, firme, de excelente textura y sabor suave.

Referencias

Plants for a Future (Plantas para el futuro)